Ella es María Rubinke, una Danesa que realiza esculturas con un estilo muy particular. Una de sus características más fieles es el material, la porcelana. Añadiendo pequeños detalles de otros materiales tales como el oro, esta artista nos proporciona una serie de pequeñas esculturas de una calidad exquisita.
Pero no nos centraremos en su técnica, si no en el motivo de sus obras, en su concepto.
Aunque antes de entrar en detalle, os colgamos un par de imágenes de las esculturas para que podáis contemplarlas.
Como podéis ver, la temática de esta artista es un tanto peculiar, y es que, al parecer, le gusta representar escenas siniestras con personajes entrañables. Sus obras se debaten entre lo ingenuo y lo macabro, una mezcla bastante perturbadora que impacta a los espectadores y a la vez los maravilla no dejándolos indiferentes.
La auto mutilación de una niña pequeña, desgarrándose la cabeza hasta tal punto que se le ve el cerebro, mientras te mira y sonríe, podría ser la escena de una película de terror naïf donde no sabemos si lo que estamos viendo lo podemos catalogar de enternecedor o espeluznante.
Con su obra, que podría estar catalogada como surrealista, María Rubinke nos presenta un dilema entre la belleza estética y el morbo humano, dándole, a éste, un nuevo sentido; y es que ¿Quién no ha mirado alguna vez cuando se oye la sirena de una ambulancia?
Por mucho que nos cueste admitirlo y que sea un tema un tanto tabú, todos tenemos ese punto de morbo que nos hace disfrutar de una escena de esta índole.
Aquí os dejamos más imágenes para que las disfrutéis.
María Rubinke forma parte de la comunidad de artistas que podemos encontrar en la galería Hans Alf de Copenhagen, la zona donde se está generando un alto nivel de producción y calidad artística.
¡Tendremos que ir a visitar a los nórdicos algún día!
Mientras nos tendremos que conformar con ver sus magníficas obras a distancia...
Esperamos que os haya gustado este post. Nos vemos en el siguiente...
- bless the walrus -
